Cápsula naval
Por: Homero Luis Lajara Solá
Cuando se iza a puestos clave a quienes no han navegado con mérito, valor ni integridad, la velamen de la moral se desgarra y la cohesión de la tripulación se debilita.
Asignar el timón a oficiales sin travesías en el destacamento o con bitácoras manchadas por la oscuridad es como soltar el ancla en aguas traicioneras: propicia la deriva hacia la varadura o la colisión.
El verdadero éxito de un marino no se mide por las insignias en su uniforme ni por los tesoros que acumula en su bodega, sino por la estela de ejemplo y servicio que deja a su paso.
Capitanear con rectitud, enarbolar los valores y fomentar una cultura marítima son los faros que garantizan la fortaleza de nuestro convoy y protegen el honor de quienes le sirven.
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