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lunes, 10 de marzo de 2025

Motín a bordo.




Lunes 
Cápsula naval 
Por: Homero Luis Lajara Solá 
 
La disciplina es el timón que mantiene el rumbo de la nave mientras esté en alto mar. 

Cuando algunos tripulantes se niegan a aceptar órdenes legítimas e intentan alterar el curso establecido, se configura un motín a bordo. 

Ello ocurre cuando, por ejemplo, pese a que los retiros militares—como está previsto—se ejecutan conforme a la ley, ciertos sectores buscan crear incidentes para evitar que se cumpla la normativa vigente.
 
El retiro militar justo no es una decisión arbitraria ni un acto discrecional del mando. 

Es un proceso reglamentado, previsto en las cartas de navegación de la institución, que garantiza la renovación y el correcto funcionamiento de la estructura militar. 

La ley establece con precisión cuándo cada marino debe arriar su bandera y desembarcar.
 
Cuando algunos se aferran a la cubierta e intentan sublevar a la dotación con argumentos infundados, procurando torpedear la aplicación de la norma, lo que genera es un motín a bordo. 

Se trata de una resistencia a cumplir con las reglas del servicio.
 
En este caso, la oficialidad al mando no incurre en abusos ni toma decisiones que lleven la nave a la deriva. 

Está actuando como corresponde, asegurando que el buque institucional no se convertirá en un navío sin mando, donde cada quien decida su continuidad a su propia conveniencia.
 
El peligro de tolerar un motín a bordo radica en que, si la tripulación se deja influenciar por quienes buscan cambiar las reglas sobre la marcha, la estabilidad de la escuadra se verá comprometida. 

En cambio, si el mando mantiene el timón firme, con la brújula apuntando al cumplimiento de la ley, la nave seguirá su curso sin importar las voces discordantes que pretendan alterar la disciplina a bordo.

En física, cada acción provoca una reacción; en el mar de la vida, hay consecuencias para las acciones, tanto acertadas como incorrectas⚓️.

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