CÁPSULA NAVAL.
Por: Homero Luis Lajara Solá
El imaginario colectivo dice que Napoleón nunca fue derrotado antes de Waterloo, pero la historia naval cuenta otra realidad.
En 1810, intentó tomar Cádiz, último bastión de resistencia en España, con una estrategia que fracasó por completo.
Acostumbrado a la guerra terrestre, el emperador creyó que sus cañones podrían doblar la ciudad desde alto mar.
Sin embargo, la distancia y la falta de precisión de su artillería hicieron inútil el bombardeo.
Mientras tanto, la flota británica bloqueó cualquier intento de acercamiento, dejando a los franceses sin opciones.
Durante dos años, sus tropas sitiaron Cádiz sin éxito. Finalmente, en 1812, ante la presión de otros frentes, Napoleón ordenó la retirada.
Este episodio poco conocido demuestra que el dominio del mar fue una de las grandes debilidades del emperador.
En Cádiz, el poder naval derrotó a la artillería terrestre napoleónica, marcando una de sus primeras grandes derrotas estratégicas.
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