martes, 1 de junio de 2021

Movimiento Patriótico y Nacionalista apoya posición del Gobierno con respecto suspensión de diálogo con Haití





Por nuestra Coordinadora,

Dr. Robert Cabral

Movimiento Patriótico y Nacionalista Dominicano. 

Declaración Pública.

En Santo Domingo, 1ro de junio del 2021.  Saldamos la declaración oficial emitida por el Gobierno dominicano, a través del Ministro de Relaciones Exteriores, Roberto Álvarez, en declaraciones desde el Palacio Nacional, con la presencia del Ministro de la Presidencial y líder del Partido de Gobierno,  en el sentido de *suspender toda conversación con el Gobierno haitiano en la Comisión Mixta Bilateral, hasta tanto el Gobierno haitiano suspenda la continuación de la construcción del canal de desvío de las aguas del Río Masacre*.

Esa es la posición correcta, y la que debió adoptarse desde el principio, y de manera resuelta, por la Diplomacia dominicana, toda vez que a la luz del Tratado Fronterizo del 1929, y su protocolo de Revisión del 1936, suscrito y ratificado por ambos Estados, así como en sujeción las normas del derecho internacional y americano, y la buena fe recíproca de amistad y de buena vecindad, presumida entre los Estados, Haití carece de razón y de legalidad para adoptar esta errática y premeditada medida unilateral, sorpresiva, grosera y violatoria, de los derechos territoriales, hídricos y ambientales de los dominicanos, límites terrestres, considerados "irreductibles", conforme el acápite primero, del artículo 9, sobre "el territorio nacional" de nuestra Constitución nacional vigente.


En efecto, este hecho, considerado una verdadera agresión gratuita del gobierno haitiano contra los dominicanos desató la justa, y legítima indignación del pueblo dominicano, de los grupos ciudadanos responsables, de los  movimientos patrióticos y nacionalistas, que se han venido expresando de manera masiva y creciente en repudio de la abusiva e ilícita iniciativa haitiana, como ante la hasta ahora, ambigua, débil e inaceptable reacción y posición dominicana ante estos graves e injustificados hechos.

La atrevida posición haitiana llegó al extremo de que el mismo presidente Mosés, llegó a abrogarse el derecho de "atribuirle al presidente dominicano declaraciones tales como que "el haber llegado a un supuesto acuerdo" con los haitianos, descalificando a los patriotas y nacionalistas dominicanos, a los que pretendió descalificar bajo el epíteto de "ultras" irrazonables, y presentarnos como los responsables de los "sentimientos" de los dominicanos hacia los haitianos, los cuales son generados por actitudes y acciones de provocación supremacista como este inaceptable acontecimiento.


Es evidente que esta declaración que saludamos, "rectifica" a buena hora, la destemplada, ambigua, e incomprensible, a la luz del derecho, y las buenas prácticas de la debida reciprocidad diplomática, la posición asumida por nuestra Cancillería, que de originalmente, repudiar la iniciativa haitiana, luego en una inaudita "declaración conjunta" emitida el 28 de mayo pasado, por ambos Cancilleres, la Legación dominicana "acepta" sentarse en la mesa de las negociaciones con los haitianos en la Comisión Mixta Bilateral y peor aún, justificando su accionar, y creando bajo tales violaciones otra "Mesa Técnica" para la conformación de una llamada "Mesa Hídrica Binacional" que no es otra cosa que someternos impúdicamente a la violación haitiana, y sentando un precedente funesto para nuestros derechos nacionales, y en la relación entre ambos países, en perjuicio y detrimento de la soberanía dominicana.

Esta reacción dominicana claramente profundizó aún más la grave postura dominicana, pues es desde el propio gobierno que se violenta la Constitución dominicana, cuyo artículo 15, dispone de manera restrictiva que "el agua constituye un patrimonio nacional estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible, inembargable, esencial para la vida".


Nos ha sorprendido igualmente, hasta el estupor y la vergüenza, que nuestro Congreso Nacional, se haya mantenido totalmente al margen de estos acontecimientos, actuando "a la zaga" de hechos críticos de nuestra soberanía territorial, como principal poder del Estado y depositario de la voluntad popular.

Esta rectificación es saludable, más no es suficiente.

Exigimos una respuesta contundente de nuestros poderes públicos y de nuestras Fuerzas Armadas, en tanto guardián del territorio y de la seguridad fronteriza, en defensa de la Constitución y nuestra soberanía.

A la luz de estos graves acontecimientos, y ante la ineficiente respuesta del Ministerio de Relaciones Exteriores, se impone la renuncia, previa interpelación a cargo del Congreso Nacional, del Canciller Roberto Alvarez, en consideración a la magnitud de los hechos sucedidos y las respuestas adoptadas. 

Asimismo se hace necesario el cese total de los miembros de la Comisión Mixta Bilateral Dominico-Haitiana, por sus demostradas incompetencias e incongruencias, y no colocarse a la altura de los acontecimientos.

Exigimos la suspensión inmediata de los mercados fronterizos en nuestro territorio, velando además por nuestra seguridad sanitaria.
Exigimos la suspensión de todos los procesos de "Regularización" y de otorgamientos de "permisos" laborales, seriamente cuestionados por su carácter ilegal.

Exigimos enforzar el proceso de Repatriación de ilegales, y la intervención directa del Sr. Presidente en fijar posición ante la agresión haitiana, reivindicando nuestros derechos y la vigencia en todas sus partes, del Tratado del 29 y de su protocolo de revisión del 36, consignados en nuestra Constitución.

Exigimos que nuestros organismos de inteligencia, detengan en lo inmediato, la funesta e impune "ruta de Sago", una caravana de trasiego y tráfico de Haitianos que diariamente moviliza alrededor de 500 ciudadanos haitianos ilegalmente, incluyendo menores y mujeres para el mercado de prostitución, por el corredor Banica-Orégano Grande-Hato Nuevo Cortez-Presa del Cigual-15 de Azua, ante la indiferencia de nuestras autoridades civiles y militares. Exigimos una investigación y sus resultados.

El gobierno dominicano debe entender, que estamos indignados, y nos sentimos humillados en nuestros derechos.
Nuestro gobierno tiene que entender que es hora de revertir la "lógica de la sumisión" que hasta ahora ha prevalecido en nuestras relaciones con Haití.

Llamamos al Sr. Presidente a tomar "el Toro por los Cuernos", y con sentido Patriótico y Trinitario, aplicar la política legal, pacifica, pero firme y digna, como lo demanda históricamente nuestras relaciones con Haití.

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