viernes, 26 de febrero de 2021

VENEZUELA: UN LENTO GENOCIDIO



Prensa Única RD 

Mientras la reina de Inglaterra se toma tranquilamente su té; y Rubio y Almagro celebran con un asado sus maquinaciones para devolvernos la “democracia”, el informe de la Relatora Especial de la ONU para Venezuela nos llena  de una indignación que bordea el odio.  Si es por maldiciones esos dos no podrán descansar ni en el infierno que les depara sus acciones.

No es ya el impacto del bloqueo y la retención de $6,000,000,000 millones  de dólares por los bancos de Inglaterra, Estados Unidos y Portugal, en el empleo, la divisa, la inflación, o la emigración masiva de millón y medio de venezolanos;  es el impacto en la mortalidad infantil  y materna de una política criminal que cree que sometiendo a los pueblos al hambre y la miseria extrema, estos derrocarán sus gobiernos (algo que Cuba  ha demostrado una y otra vez que es una política imbécil).  Y les doy ejemplos:

El Hospital Cardiológico Infantil de Caracas operaba un promedio de mil casos al año, que ahora ha disminuido a apenas 125. El país enfrenta una gran escasez de vacunas contra el sarampión, la fiebre amarilla y la malaria; y una falta crónica de pruebas para el VIH y medicinas provocando un nivel alarmante de mortalidad.  Todos los trasplantes costeados por el Estado para niños con problemas de cáncer de médula y del hígado, tuvieron que suspenderse por la negativa de los países que debían recibirlos, en un abierto atentado criminal contra la niñez. Ni hablar de la mortalidad materna y neo-natal.

¿Culpa de Maduro y su claque? ¡No! Culpa de las sanciones de Estados Unidos y Europa que han provocado que los ingresos del gobierno por el petróleo se hayan reducido de un 99% a un 1%, que es con lo que el gobierno intenta solventar todas las necesidades de la población. A esto se añade el bloqueo de las remesas, lo cual ha provocado 4 años de hiperflacion  y que el dólar se cotice a casi dos millones de bolívares; así como la reducción del salario del sector público de US$150-200 dólares en el 2015 a apenas 1-10 dólares en 2020, provocando un nivel creciente de pobreza.

Mientras este genocidio  acontece, los medios masivos de comunicación demonizan a Maduro y su gobierno, e intentan colocar en su lugar a Guaidó, cuyo liderazgo no trasciende mas allá de CNN y FOX.

Lo que me enfurece es que mientras para Rubio y sus compinches (¿Dónde están los brujos latinoamericanos ahora que los necesitamos?) este es un jueguito de geopolítica, la gente sufre, los niños mueren, las mujeres y la ancianidad perece por falta de medicamentos.
Que Dios les perdone. Yo no. 

Chiqui Vicioso

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