El delincuente era el secuestrador
Por Ricardo Rojas Vicioso
Prensa Única RD
Para muchos es fácil juzgar las actuaciones de un coronel por vestirse de Sacerdote y caer el peso de la crítica parcializada de la Iglesia católica.
Sin embargo eso mismo críticos obvian o encubren, las circunstancias que obligaron al coronel Santos Lora Baez a vestirse de Sacerdote y ultimar a un delincuente.
La muerte de quien horas antes secuestró a punta de pistola una madre y su hijo con un arma , que ya era responsable de disparar a un joven .
El que murió no era un santo ,ni un ciudadano noble , sino un delincuente perseguido y acorralado que se escudo con un niño de un año y su madre .
Pero los que critican al coronel no estaban, cuando el secuestrador sostenía al niño quien lloraba aterrorizado por la situación en que él y su madre se encontraban en ese momento.
Sin embargo, tenemos que revisar que es más importante, si condenar a un miembro de la Policía Nacional por vestirse de Sacerdote, o felicitarlo por liberar y salvar una madre y su hijo .
Quizás los que quieren vivo al secuestrador , no piensan que en ese caso los muertos sería primero la mujer , su hijo y el coronel en cuanto el delincuente descubriera que era un miembro de la Policía el sacerdote que tenían en frente .
Pero también yo le pregunto a la Iglesia , ¿si prefería evitar que el coronel se hiciera pasar por sacerdote y exponer uno cura de verdad bueno un hombre de Dios ?
El coronel no fue asesinar el delincuente, el delincuente se asesinó desde el momento que empuñó un arma para delinquir, robar y lastimar otras personas, y el deber de la Policía es enfrentar los malhechores por lo que el coronel cumplió con su deber .
Hoy en vez de hablar de la muerte de un secuestrador, está sociedad blandengues inferiores, debe hablar de la valentía de un coronel policial .
Hablar de la valentía y capacidad de un policía que se arriesgó para entrar dentro de una casa , donde un hombre armado amenazaba personas a las cuáles el salvó, sin que ningún inocente saliera lastimado .
Finalmente, debo decir que cayó quien debió de haber caído, ni la madre ,ni el niño ,la periodista que grababa o el posible sacerdote que de haber estado, también su vida pudo verse amenazada .
La demostración de valentía, arrojo y determinación de resolver esa misión de un secuestro, que salió bien, debería ser motivo para felicitar y condecorar al coronel Santos Lora.
Esta historia tuvo un final feliz , no perdimos los secuestrados , ni cayó un miembro de nuestra Policía Nacional.
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