Prensa Única RD
La grave crisis en que padece Argentina ha incidido en el modo en que las personas viven y se alimentan reduciendo notablemente su calidad de vida en todos los sentidos acentuado una brecha social extremadamente difícil de combatir.
No es raro encontrar ciudadanos hurgando en contenedores cerca de supermercados, considerando que en ese lugar van a poder encontrar alguna cosa para satisfacer sus necesidades básicas.
Muchos duermen en la calle y se acercan antes de que los camiones de basura pasen, para procurar abastecer a la familia con restos.
Este empobrecimiento no se ha limitado a las clases menos favorecidas Unicef emitió recientemente una alerta sobre la situación de los niños argentinos los que muestran un nivel más bajo de ingestión de proteínas, en un país donde antes la carne podía ser consumida a diario desde los lugares más pobres a las mansiones.
Ahora la alimentación se ha cambiado por otra rebosante de carbohidratos, causante de mala nutrición y anemias. La carne dio paso a los fideos, como ingrediente fundamental para sobrevivir.
Los cines y restaurantes cada vez tiene menos concurrencia y shows ´programados en el Luna Park no se han llevado a cabo, debiendo cancelarse por las pocas entradas vendidas.
El gobierno que se encuentra gravemente endeudado, acudió además al Fondo Monetario Internacional que en contrapartida exigió una política de austeridad más fuerte.
“Con suerte un asalariado de clase media baja puede llegar a cubrir gastos de transporte, gas y algo de comida para la casa “afirma un ciudadano que acaba de quedar desempleado.
El desempleo se sitúa en el 9.1% con una elevada tasa de empleos informarles que asciende a un 40%, Al inicio del gobierno de Macri era de un 34%
La semana pasada, el INDEC, divulgó los números oficiales de la pobreza que creció 6 puntos porcentuales en un año. Hoy, el 32% de la población se encuentra por debajo de la línea de pobreza y el 6,7% es considerado en los niveles de indigencia.
En solo seis meses 2, 7 millones de personas se convirtieron en pobres.
La inflación no deja de crecer habiéndose vuelto insoportable sobrevivir en estas condiciones.
La pobreza va de la mano del crecimiento de la desigualdad -10% de los hogares más ricos gana 20 veces más que el 10% más pobres-la brecha aumentó 3 puntos porcentuales en relación a 2018.
El clima de incertidumbre en la población no hace más que agravarse desconociendo lo que los próximos meses traerán de la mano. En invierno, suele incrementarse el gasto de gas y electricidad con el fin de calefaccionarse.
El gas, antes subsidiado y que no era percibido como un gasto para la clase media ahora es tan caro que se paga en cuotas. Un aumento del 29% de las tarifas está previsto para el inicio del invierno.
Loa llamados “tarifazos” en los cuales se aumenta el precio de los servicios después del retiro de los subsidios han ocasionado que la población le haya retirado el apoyo en masa a Macri, una popularidad que ahora se puede medir en un 30%.Los tarifazos de gas ya son más de 1.000% desde que Macri iniciara su gestión.
La gente protesta en la calle ganada por la desesperación, sabiendo que la injusticia es cada vez mayor y la realidad intolerable.
Los jubilados piden la revisión del recorte de sus beneficios.
Según Macri que busca una relección en octubre “lo peor ya pasó “frase que han estado utilizando desde inicios de año, tanto él como el ministro de economía, Nicolás Dujovne a pesar de que nada dice que tal afirmación tenga algún tipo de validez más allá que un mal verso absolutamente vacío de contenido.
Fuente: Caras y Caretas
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